Estas tres palabrejas, junto a succionador, erección y eyaculación, reúnen el 100% de vuestras dudas diarias.
Es muy fácil suponer que entras a un sexshop muy predispuesta tú a comprar algo que mejore tu sexualidad, es decir, que te haga disfrutar como una perraca, pero entras y te encuentras; sección de dildos, consoladores, vibradores, rotadores, especial punto G, que si rampantes… y es ahí cuándo te quedas con cara de parchís miras a tu potorro y le preguntas… ¿Ahora que te meto yo?
Hoy por hoy, sigue habiendo demasiada desinformación, por lo que vamos a intentar explicar qué diferencia hay entre unos y otros, y sobre todo qué nos puede aportar, qué disfrute o cómo podemos estrujarlo así bien para que haga que derramemos nuestros mejores jugos. ¿Por qué? Porque esta información es necesaria para entender elegir bien el juguete que queremos meter por nuestro potorro.
¿EN QUÉ SE DIFERENCIA UN DILDO, UN CONSOLADOR Y UN VIBRADOR?
Digamos que un dildo es un “pene” de silicona, plástico, gelatina, látex, metal o cristal, que no vibra, aquel cacharrillo que usamos “como sustituto” de una polla… y nos vale tanto para vaginal o anal (sin confundir con el plug anal que suele ser aquel que hace de “tapón” que suele ser cortito)
Realmente, los dildos suelen tener formas más reales, es decir, cuándo ves un dildo sueles decir eso de “ostras que polla” y sin embargo viendo un vibrador es más normal la reacción de “ainss que mono”
Sin embargo, podemos decir que el vibrador es un cacharrillo con forma de pene que tiene vibraciones y solemos usarlo para masturbarnos como perracas. Suelen tener uno o dos motores que producen vibraciones con diferentes niveles y patrones, capaces de estimular cualquier zona erógena. Podemos encontrarlos de mil formas y con muchas tecnologías, desde controlarlo por mando, con el móvil y hasta utilizarlo con bluetooth para usarlo a la distancia con nuestra pareja, amante…
Pero si lo que hablamos es de consoladores, vamos a decir, que un consolador podemos denominar todo aquello “que te consuela” por lo que podemos encontrar dildos que nos consuelen, nos quiten nuestra furia, calentón, pero un vibrador también puede calmarnos la sed de un momento eróticamente erótico y placentero…
Por suerte, podemos encontrar cientos de productos que nos “consuelen” o que nos aporten eso que buscamos en un juguete, diversión, juegos, salir de la rutina, orgasmos y experiencias únicas. Por eso es MUY importante, asesorarse bien antes de comprar un juguete erótico, saber bien que buscamos y así poder acertar con nuestra compra y sobre todo, que nos complazca (ya que pagamos…).
¿Qué es mejor? ¿Dildo o Vibrador?
Obviamente hay un dicho muy bien dicho, que cada cuerpo es un mundo, por lo cual cada potorro también y no a todos nos gusta lo mismo, ni buscamos los mismos placeres. Lo que sí puedo decirte, es que EXPLORES AL MÁXIMO tus POSIBILIDADES ERÓTICAS, que da igual las razones sociales, tabúes, que tu cuerpo es tuyo y MERECES DISFRUTARLO.
Debemos aprender a saber qué nos gusta, entender nuestro cuerpo y sus reacciones y así saber por dónde nos gustaría empezar y poco a poco explorándolo, sabremos hasta dónde nos gustaría llegar…
Siempre recalcando que un vibrador, un dildo o un pepino NO ES UN SUSTITUTO DE UN PENE.
Debemos tener en cuenta que un pene no vibra, un vibrador sí, ¿Qué buscamos? ¿Qué nos aporte algo diferente a un pene como por ejemplo vibraciones? Qué sensación nos puede dar usar ese material, esa forma, estrías…. no es la misma sensación penetrarse un pene de silicona que de cristal, recto o con una pequeña curvilla, o simplemente, que tenga o no «venas». Todo eso y mucho más, son factores muy importantes a tener en cuenta.
Por eso, lo principal es un buen asesoramiento.
Siempre me preguntáis, Yoanna, ¿a ti que te gusta más? Y ya sabéis cuál es mi frase favorita, que, por cierto, ya la he colado por ahí en el texto
“UN PENE NO VIBRA” pero los vibradores, molan cantidubi.
Por lo que mi recomendación siempre es, o empezar por un dildo 100% realístico o un pequeño vibrador “que no nos asuste sus vibraciones”
YOANNA, CEO DE YOMELOPASOTETA
